y la miró como si fuera la primera vez. Llevaba años siendo su amigo, ahora aquella voz que siempre hubiera sido su amiga, tenia un sonido distinto, le sonaba como la mar, la tranquilidad y la sonrisa. La miró como si fuera la primera vez, como si no la conociera hace diez años sino que la hubiera conocido en aquel instante. Todo en ella le parecía familiar sin embargo, había algo nuevo y desconocido.
El pelo oscuro y los ojos oscuros que siempre le habían parecido tan normales, nunca le parecieron excepcionales en nada. ¿Por qué hoy, justo hoy le molestaban tanto? Y ella seguía hablando y su voz lo encadenaba y la miraba a los ojos y parecía que por primera vez ellos tenían vida y no eran solamente marrones, eran marrones con rayas de color miel y avellanas. ¿Quién era aquella mujer que se sentaba delante de él?
Sus pensamientos iban del pasado al presente, no lograba entender que le pasaba. Y ella le contaba algún episodio que le había pasado y él no alcanzaba entender lo que le decía. Aquellos ojos, aquella boca, en aquél rostro. Tenía ganas de pedirle que si callara. Tenía ganas de compartir con ella lo que estaba pensando en aquél momento. ¿Pero como explicar a su mejor amiga que tenía ganas de desnudarla? ¿Cómo explicarle que quería tocar su piel blanca y suave? ¿Cómo explicarle que deseaba, casi con dolor físico, besarla?
Y en aquél momento su mundo de incertidumbre terminó, todos aquellos años en que había buscado, todos esos años terminaban en un ahora doloroso. Ahora empezaba su nuevo proyecto: la conquista.
El pelo oscuro y los ojos oscuros que siempre le habían parecido tan normales, nunca le parecieron excepcionales en nada. ¿Por qué hoy, justo hoy le molestaban tanto? Y ella seguía hablando y su voz lo encadenaba y la miraba a los ojos y parecía que por primera vez ellos tenían vida y no eran solamente marrones, eran marrones con rayas de color miel y avellanas. ¿Quién era aquella mujer que se sentaba delante de él?
Sus pensamientos iban del pasado al presente, no lograba entender que le pasaba. Y ella le contaba algún episodio que le había pasado y él no alcanzaba entender lo que le decía. Aquellos ojos, aquella boca, en aquél rostro. Tenía ganas de pedirle que si callara. Tenía ganas de compartir con ella lo que estaba pensando en aquél momento. ¿Pero como explicar a su mejor amiga que tenía ganas de desnudarla? ¿Cómo explicarle que quería tocar su piel blanca y suave? ¿Cómo explicarle que deseaba, casi con dolor físico, besarla?
Y en aquél momento su mundo de incertidumbre terminó, todos aquellos años en que había buscado, todos esos años terminaban en un ahora doloroso. Ahora empezaba su nuevo proyecto: la conquista.
3 comentários:
Maria:
Estoy sorprendido! Ahora fijando en espanõl. Muy bueno. Eres una persona muy talentosa. Estoy visitando tu blog por varios días. Felicitaciones!
:-)
Me alegro que te guste, vuelve siempre...Gracias!
Gostei muito. Mesmo muito.
Beijos
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